¿Qué es una enfermedad reumática?
La artritis y las enfermedades reumáticas son una familia de enfermedades que causan inflamación (enrojecimiento, hinchazón y dolor) y deterioro en las articulaciones y las estructuras adyacentes. También dificultan la realización de las tareas cotidianas. De hecho, hay más de 100 dolencias reumáticas diferentes, entre ellas: osteoporosis, artritis reumatoidea, gota, fibromialgia, osteoartritis, lupus eritematoso sis y esclerodermia.
Aunque los síntomas pueden variar, estas condiciones siempre
atacan el sistema musculoesquelético, que incluye los huesos, las
articulaciones, los músculos y los tendones que contribuyen a su
funcionamiento. Algunas personas también tienen complicaciones en
órganos internos o incluso más de una de las afecciones mencionadas al
mismo tiempo.
Por lo tanto, es posible que su reumatólogo o médico de cabecera
tarde un poco en realizar su diagnóstico particular y en determinar el
mejor tratamiento a seguir. El grado de paciencia y esfuerzo que usted
dedique serán una gran contribución para un diagnóstico exitoso y para
su propia comodidad.
¿Qué puede hacer? Haga valer la consulta médica.
Planifique sus consultas y, sobre todo, exprésese.
- Vaya con una lista de inquietudes específicas.
- Contemple la posibilidad de ir con alguien que escuche junto con usted y tome notas.
- Responda las preguntas del médico con honestidad y sin rodeos.
- Hable de sus emociones, estrés o incomodidad, si están interfiriendo con su estilo de vida.
- Pida una explicación clara si no entiende algún tratamiento recomendado, ya sea en cuanto a beneficios, instrucciones y duración.
- Pregunte dónde puede buscar información confiable para aprender más acerca de su dolencia y los recursos comunitarios.
- No sienta vergüenza de preguntar por los precios y los efectos secundarios de los medicamentos, tratamientos u otro tema conversado.
Busque ayuda y recursos.
Identifique el equipo de profesionales médicos que más lo beneficiarán. En primer lugar, su reumatólogo, quien está especialmente capacitado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades reumáticas, probablemente trabaje en conjunto con su médico de cabecera. Una vez que haya recibido un diagnóstico, dispone de varios especialistas que pueden ayudarlo a manejar su dolencia, entre ellos:
- Enfermeras
- Fisioterapeutas
- Terapeutas ocupacionales
- Farmacéuticos
- Educadores de la salud
- Trabajadores sociales
- Psicólogos
- Cirujanos ortopédicos
- Enfermeras practicantes/Auxiliares médicos
Involúcrese.
Decídase a saber más acerca de sus medicamentos.
En lugar de dejar que la dolencia reumática tome el control de
su vida, involúcrese. Juegue un papel principal en la planificación de
su tratamiento. Pregunte. Trabaje con su reumatólogo y su equipo médico
para decidir qué tratamientos pueden funcionar mejor. Decídase a saber
más acerca de:
- los medicamentos
- los programas de ejercicio
- el manejo del dolor y la relajación
- la protección de las articulaciones
- el equilibrio entre descanso y actividad
- la nutrición y el control del peso
- el manejo del estrés
Hable con otras personas.
Como refuerzo personal, busque grupos de apoyo donde pueda hablar, compartir e interactuar con otras personas. Consulte con su médico u otro profesional de la salud cuáles son los grupos de voluntarios comunitarios en su zona que pueden proporcionarle información y asistencia adicional.
Actitud positiva y ejercicio.
Aunque no lo crea, la actitud importa. El comprometerse con su
tratamiento y su nueva situación redirige sus energías hacia el éxito.
El ejercicio le ayuda a disminuir el dolor, reducir los síntomas de
la enfermedad y contribuye sustancialmente a la flexibilidad general de
su cuerpo. Además, mejorará su perspectiva mental.
Elija un conjunto de actividades que contribuyan al buen estado
físico y al fortalecimiento, desde caminar y hacer ejercicio aeróbico
acuático, hasta andar en bicicleta y bailar. Puede hacerlo con amigos,
llevarse un libro grabado en audio o simplemente disfrutar de la
actividad. El truco es empezar y desarrollar una rutina. Si el
ejercicio que eligió requiere mucho esfuerzo, consúltelo con su médico
primero.
No se rinda.
Tómese el tiempo necesario para estar mejor. No se sienta culpable de pedirles a sus familiares, amigos y colegas el apoyo que necesita para descansar, hacer ejercicio y recibir asistencia médica. Aprenda a decir “no” a los compromisos externos siempre que sea necesario, para poder enfocarse en mejorar. Muchas personas con enfermedades crónicas se sienten deprimidas, desalentadas o incluso abrumadas en ciertas ocasiones. Asegúrese de recibir el apoyo que necesita de sus amigos, familiares, la iglesia y/o asesores para lidiar con la enfermedad.
Sobre todo: ¡no se rinda! Sí, ésta es una condición crónica y no,
puede que no desaparezca. Pero muchos, muchos pacientes con
enfermedades reumáticas llevan una vida plena y feliz aprendiendo,
comunicándose, compartiendo y encarando el cambio de una manera
positiva.
¿Por qué no puede usted ser uno de ellos? Tome el control
sobre cómo vivir con una enfermedad reumática.
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